Mauricio Rojas, creador del bar, lleva desde su adolescencia trabajando en el rubro nocturno. Muchas cosas han pasado desde octubre de 2019, cuando abrió sus puertas, pero no fue hasta noviembre de ese año que pudo comenzar a funcionar. Las ganas y el gusto por la cocina y cultura mexicana hicieron que, a pesar de las dificultades, diera marcha a este emprendimiento. Démonos una vuelta.
Por: Óscar García
El lugar ha ido creciendo gracias al boca a boca, dice el dueño. Pero la propuesta ondera de este bar y su original coctelería, le da un toque al lugar. “Aquí buscamos ofrecer, además de un buen servicio, una experiencia. Cuando uno hace bien las cosas, la gente lo comenta y eso provoca que la gente llegue al Porfirio”, dice Mauro.
Para comenzar la junta, tienen “los chiches”, como se les conoce a los tragos de autor, preparados principalmente con mezcal. El más popular es el “mezcalita”. Lleva mezcal espadín, se le añade licor de hibiscus, agua tónica y un toque de jugo de limón piurano y de pomelo, lo que le da más color y sabor al asunto.
También está el “gavilán”. Este viene con el mismo brebaje principal, licor de naranja, jugo de limón y miel de agave para darle un poco más de dulzor. El detalle está en el borde con sal que se le da al vaso. Hecha con el gusano tradicional del destilado, es procesado con sal de mar traída directamente de México, dando autenticidad y carácter a lo que pruebas.
Otro de la casa es el “tepachito”. Aquí manda el vermouth blanco, pero se distingue perfectamente el almíbar de plátano hecho en el lugar y el jugo natural de piña, que completan la combinación. Además, se encuentra la Sangría Porfirio, que lógicamente tiene vino, pero es hasta ahí donde se puede contar, porque el resto es secreto.
Si lo tuyo es más tradicional, tienen pisco sour, con Malpaso reserva o ícono, y Waqar. Y para los cerveceros, está la Allende, birra traída directamente del país del norte. Sus opciones son en golden ale e IPA, la clásica Korss, entre otras más para elegir.
Su comida es una mezcla hispana. Acá fusionan las bondades que nos entregan, la cocina peruana, mexicana y chilena. La entraña corre con ventaja. Trabajada con una salsa parrillera Porfirio (secreta), acompañada de cebolla asada y unas buenas papas bravas, lo que termina agradando al comensal.
Como no podía faltar, puedes encontrar una gran variedad de tacos de tortilla de maíz. Uno de ellos es “los reales”, relleno con lengua picada, acompañado de un mix de cebolla, cilantro y la infaltable salsa verde para darle ese característico picor que encuentras por tierras aztecas.
Entre otras opciones están “los tira”, tacos bien carnales con asado de tira; “los cochinitos”, clásicos yucatecos con carne deshilachada o el “leche de jaguar”, preparada como la típica ‘tigre’ (versión Porfirio), una onza de mezcal, atún fresco, generosos camarones, cilantro, canchita y camote. Rico, rico.
“Vendemos experiencia”, dice Mauricio. Es por eso que trabajan solo presencial. Sin duda, es el lugar ideal para venir a compartir y pasar un rato agradable, con auténticas preparaciones mexicanas.
Instagram: @barporfirio
Dónde: Av. Manuel Montt 697, Providencia.
Web: www.barporfirio.com